Estás sesiones son muy especiales, ya que requieren mucho más tiempo y paciencia que cualquier otra sesión de fotos. Buscamos que el bebé esté dormidito, por eso debemos realizar la sesión entre los 15 primeros días de vida, cuando su sueño es más profundo y su cuerpecito más flexible para poder adoptar poses más graciosas.
Podemos realizar la sesión en el estudio, para lo cual es aconsejable llevar chupete, mantita, biberones, y todo lo necesario para que el bebé se sienta como en casa … del resto me encargo yo!
Aunque si os encontráis más cómodos, también podemos hacer la sesión en vuestra propia casa! Preguntadme y os explico!